jueves, 3 de noviembre de 2011

Fotografiar el pasadoel cronovisor

¿Que es eso del cronovisor?

La imágen te lo explica, pero más abajo está la histoia completa, muy curiosa por cierto




El cronovisor ¿Fraude o realidad silenciada?El2 de mayo de 1972 el semanario italiano Domenica del Corrieresorprendía a sus lectores con un insólito titular: Inventada la máquinaque fotografía el pasado». Era la primera información pública sobre untema que activaría la polémica y, entre contradicciones y acusacionesde fraude, acabaría erigiéndose en un enigma que perdura hasta nuestrosdías. ¿Qué había de verdad en esa presunta tecnología que permitía very escuchar en directo a través del tiempo lo que ya no existe,incluyendo la vida de Jesús de Nazaret?

La noticia era increíble. En el semanario Domenica del Corrierese afirmaba que un equipo de doce físicos, encabezados por un monje,había creado un artefacto capaz de fotografiar el pasado y que inclusohabía registrado la vida entera de Cristo. Y demostraba tan inauditoanuncio con una imagen del rostro sufriente de Jesús en la Crucifixión.
Los fundamentos de este descubrimiento se basan en el conocidoprincipio de la física clásica, según el cual «la energía no se crea nise destruye, sólo se transforma». El inventor del aparato, AlfredoPellegrino Ernetti, un benedictino, aseguraba haber construido sumáquina basándose en el concepto de que las ondas sonoras y visualesson energía y, por tanto, están sometidas a las mismas leyes físicasque la materia. Igual que desde las partículas más ínfimas se puederecomponer un elemento en su forma primitiva, el artefacto sería capazde acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, reorganizándolasen las mismas imágenes y sonidos que las integraron en su origen.

Las psicofonías de Ernetti
«Para nosotros era sólo el tío Pellegrino», nos dijo susobrino, Aprilio, cuando visitamos la casa familiar en Rocca SantoStefano, pequeña localidad a unos 60 kilómetros de Roma, donde Ernettinació el 13 de octubre de 1925.
Con 16 años ingresó en la abadía veneciana de San Giorgio Maggiore,a la que siguió vinculado hasta su muerte, el 8 de abril de 1994, ydonde trabajó como exorcista y como capellán de la cárcel del Suspiro.Pero durante sus 69 años de vida, Ernetti destacó por un sinfín deaptitudes. Fue licenciado en teología, lenguas orientales, filosofía yletras, física cuántica, diplomado en piano y escritor prolífico. Sinembargo, los mayores reconocimientos los obtuvo por su labor docentesobre la música prepolifónica, anterior al siglo XI, hasta el punto deque obtuvo la única cátedra que había sobre esta materia.
Su amor por la música le llevó a Milán para estudiar OscilografíaElectrónica -una rama de la física que se ocupa de la vibración de lasvoces- con el Padre Agostino Gemefli. El 17 de septiembre de 1952,mientras ambos religiosos analizaban la armonía de la musicalidadgregoriana, descubrieron con sorpresa que en el magnetófono se habíaregistrado una nítida voz que Agostino Gemefli identificó como la de sudifunto padre. Era la primera psicofonía de la historia. Gemefli,fatigado por las largas sesiones de trabajo, había pronunciado de formamecánica y desesperada una frase invocando la ayuda de su progenitor.No daba crédito a sus oídos cuando, al reproducir la cinta magnética,escuchó: «Yo te ayudo. Siempre estoy contigo». Gemefli insistió enrepetir el experimento. No había duda. Era la voz de su padre.
Preocupados por las reticencias católicas sobre el contacto con losmuertos, los clérigos solicitaron audiencia con Pío XII, quien lestranquilizó asegurándoles que «la existencia de esta voz es un hechocientífico que no tiene relación con el espiritismo. Lo que pasa es quese han registrado ondas sonoras procedentes de alguna parte. Esteexperimento quizá llegue a convertirse en la piedra angular de un granhallazgo científico que pueda fortalecer la fe de la gente a partir deahora». No obstante, el pontífice decidió mantener el descubrimiento enabsoluto secreto.
En 1958, Giovanni Battista Montini, más tarde conocido como PabloVI, conoció a Friedrich Jürgenson, un productor de cine sueco que leconfesó haber comenzado a realizar sus primeros avances en el campo dela grabación de voces del más allá, y no se sorprendió, pues conocíalas investigaciones que se habían hecho sobre este fenómeno en laUniversidad Católica de Milán. Cuando Montini sucedió a Juan XXIII, en1963, nombró a Jürgenson documentalista del Vaticano. Éste escribió asu colega británico Peter Brander: «He encontrado en el Vaticano oídosque simpatizan con el fenómeno de las voces. Hoy el puente está firmesobre sus cimientos».

Aunque Jürgenson era un ateo convencido, probablemente fue estacondición la que le convirtió en el hombre que necesitaba la Iglesiapara presentar el descubrimiento a la comunidad científica. De estamanera el clero encubría los atípicos trabajos que se habían efectuadoen Milán, pero el control de los experimentos continuaba bajo sudominio y Jürgenson pasaba a la historia como el descubridor de laspsicofonías.
Pero el Padre Ernetti había sacado sus propias conclusiones: «Laenergía espiritual de las ánimas puede transformarse en ondas de radio.Ocurre por una especie de ósmosis, como una compenetración de loscampos electromagnéticos psico-espirituales». Llamó al fenómeno«pneumafonía» y aseguró que, con ayuda de la ciencia, se podría lograrlo que los pitagóricos y aristotélicos ya habían intuido: que mediantela disgregación de los sonidos era posible la reconstrucción de lasimágenes. Y parece que desarrolló la técnica capaz de conseguirlo:«Cada ser humano deja tras de sí una doble estela: una sonora y otravisual, una especie de carta de identidad distinta para cada individuo.En base a esto nos encontramos hoy en condiciones de volver a ver yescuchar a los personajes más grandes de la historia, reconstruyendo surastro energético de luz y sonido».
Según Ernetti, el siguiente paso hacia la construcción de fantásticoingenio se produjo en 1957, cuando contactó con el profesor De Matos,un portugués que había analizado la dispersión del sonido. En 1963, elministerio de Instrucción Pública le otorgó a Ernetti la cátedra deprepolifonía, lo que le dio la ocasión de convocar a expertos de todoel mundo para discutir sobre las diversas ramas de la materia. «Conellos comencé a elaborar el sistema que me condujo a este sensacionaldescubrimiento», señaló.

La identidad de esos científicos es un misterio que tal vez FrancoisBrune pueda ayudamos a esclarecer. Este teólogo, docente e investigadorde la comunicación con los muertos, en compañía del biólogo yparapsicólogo francés Rámy Chauvin, publicó en 1998 En directo desde elMás Allá, un compendio sobre el fenómeno de la obtención de voces eimágenes paranormales mediante soportes electrónicos (AÑO/CERO, 91).
En esta obra el autor narra su experiencia con Ernetti, quien, segúnBrune, le aseguró que había reunido a un grupo de físicos, cuya ayudahabría descubierto una máquina y fue capaz de fotografiar el pasado.
Este sensacional hallazgo tiene un nombre: cronovisión (del griegochronos, «tiempo»). En realidad, su creador no fue el Padre Ernetti,sino otro religioso, Luigi Borello, quien ha compaginado su laborpastoral con la física, desarrollando una técnica que permitiría ver yoír aquello que ha quedado memorizado en las partículas, de la materiainanimada, Su teoría es diferente a la de Ernetti: «No sólo losanimales tienen una memoria. El rastro de una señal luminosa o de unsonido quedaría también impreso en la materia inanimada. Una piedrarecuerda, pero no tiene manera de comunicarlos. Sin embargo, lasconclusiones de ambos clérigos, son idénticas: «Cada vez que lossonidos o imágenes afectan a la materia, que se transforma en parte enenergía estática, pueden ser de nuevo recreados como una forma deenergía aún desconocidas.
Cuando se hicieron públicos los trabajos de Ernetti, Borello sereunió con él en Roma y «en seguida pude comprobar que no había nada depreciso ni de cierto en todo aquello», explica a AÑO / CERO. Borello seconvirtió en su principal crítico, porque Ernetti nunca mostró sumáquina ni desveló su funcionamiento, ofreciendo como única descripciónque su estructura estaba constituida por tres partes: una multitud deantenas que captaban todas las longitudes de onda imaginables, unselector que trabajaba a la velocidad de la luz, regulable gracias aunos circuitos que apuntaban hacia el lugar y la persona elegidos, y unequipo para visionar y registrar las imágenes y los sonidos.

¿«Ver» los milagros de Jesús?
Tres meses después de la publicación de la noticia en Domenicadel Corriere, Ernetti quedó desacreditado cuando se descubrió que unaimagen del rostro de Jesús que, según él, demostraba la viabilidad desu «cronovisor», no era más que la fotografía de un crucifijo veneradoen el santuario del Amor Misericordioso de Collevalenza, en Perugia.
Pasaron años sin que Ernetti compareciera ante los medios decomunicación. Lo más obvio es pensar que estaba avergonzado; sinembargo, no todo resulta tan claro. Cuesta creer que un hombre de suelevada talla intelectual y moral se involucrara en un fraude tanburdo. A nadie le extrañaría que, de existir el ingenio capaz derecuperar el pasado, hubiera sido interceptado y vetada su difusión porlas autoridades civiles o religiosas, temerosas de las consecuenciasderivadas de su uso, ya que con él se podrían conocer los secretos degrandes personajes y se resolverían muchas incógnitas históricas. Comoafirmaron algunos, «sería posible, por ejemplo, contemplar los milagrosde Jesús». Pero ¿y si se descubriera, por ejemplo, que tales prodigiosno sucedieron tal como nos han contado sino que fueron inventados porsus discípulos? Entonces se produciría una crisis religiosa sinprecedentes.
Ernetti declaró que la Iglesia le puso una mordaza que no lepermitía hablar. Desprestigiar su trabajo resultaba fácil para lajerarquía eclesiástica. Así se garantizaba la burla de la opiniónpública y se aseguraba el dominio omnipotente del Vaticano sobre elinvento, Pero aún hay más. En 1965, el diario Il Giornodifundió que los servicios secretos del Vaticano, en colaboración conlos del contraespionaje italiano, detuvieron a un ingeniero llamadoAntonio Beretta, bajo la sospecha de que trabajaba para el KGB. Locierto es que el arrestado era un experto en la teoría de laRelatividad y que durante 8 años trabajó al servicio del Padre Ernetti.La única información que pudo haber vendido a los soviéticos habríasido la relacionada con las actividades desarrolladas en el laboratoriode Ernetti, en San Giorgio Maggiore.
Durante un congreso internacional, un funcionario del ministerio delInterior soviético, Sergei Antonov, confió a un delegado occidental que«los propios trabajos de nuestros físicos nos inducen a pensar que elequipo de San Giorgio ha debido realizar ya la grabación en magnetófonode la explosión de Sodoma y Gomorra, así como la inscripción de lasTablas de la Ley en el Sinaí». Y en un artículo publicado por el diarioruso Pravda, se leía: «Las investigaciones sobre la reconstrucción delpasado efectuadas en Italia bajo el control del Vaticano y delministerio del Interior están mucho más avanzadas de lo que se hapretendido. Es un trabajo fuertemente vigilado por los serviciossecretos del Vaticano».
Por su parte, AÑO / CERO ha descubierto que Ernetti, estando muyenfermo y sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, envió una cartaa Luigi Borello, su principal crítico. La misiva es una especie detestamento donde afirma que «la existencia del artefacto es unasacrosanta verdad; que se hayan captado tantas cosas del pasado estambién verdad; que entre estas cosas estuviera la imagen de Jesús esverdad; y que las autoridades supremas han prohibido el uso delingenio, es otra verdad». «Nuestro Cristo fue captado en 1953, mientrasque el de Collevalenza fue realizado 6 años más tarde». Podemos pensarque era la palabra de un moribundo, la confesión de un religioso aotro, sin embargo demostraremos incoherencias difícilmente refutables.La fundadora del Santuario de Collevalenza resultó ser una místicaestigmatizada. La obra obedecía a sus visiones, lo cual podía confirmarla validez de la evidencia presentada por Ernetti. De no ser porque elcrucifijo, en realidad, data de 1930. Por cierto, ¿cómo es posible quela instantánea de Jesús sea de 1953, si el propio monje declaró que fueen 1963 cuando reunió al equipo que iba a ayudarle a construir lamáquina? Pero, ¿por qué la Iglesia y los servicios secretos italianosse involucraron en algo que no era más que un delirio? Aún másimportante, ¿por qué, en 1988, el Vaticano emitió un decreto según elcual serán excomulgados todos aquellos que capten o divulguen «concualquier instrumento técnico acontecimientos pasados ? »?
Borellodudó de Ernetti, pero aún sostiene que la materia recoge lo acaecidoy es posible recuperarlo con la tecnología adecuada: «Actualmentecoordino dos equipos que trabajan en el desarrollo del cronovisor, unoen la facultad de ingeniería de Tor Vergata, en Roma, y otro en unlaboratorio de Treviso. Usamos una sonda bidireccional conectada acomplejos amplificadores con los que se estimula un bloque de materiadel que emana una energía. Esta experimentación es muy precisa, peroaún no podemos preguntarle a un objeto qué ha visto o ha escuchados.«No obstante -concluye-, no puedo ser más concreto. El trabajo queefectuamos en Roma y Treviso es top secret».
Artículo de Helena R. Olmo. (Publicado en Año Cero, nº 126)

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El Cronovisor sería una máquina para ver el tiempo, un mecanismo conel que se podría acceder al pasado en forma de imagen y sonido. LosCronovisores ?sintonizarían? con el tiempo a voluntad delexperimentador y guardarían los resultados en los mismos soportes quelos vídeos o las grabadoras de audio.

El caso del Cronovisor se dio a conocer en el año 1972 por el padre Ernetti que concedió una entrevista al diario italiano ?La Domenica del Corriere?, en la cual afirmó haber participado en el proceso de esta singular máquina del tiempo.
El rumor se extendiò por todo el mundo. Sin embargo anteriormente elpadre Ernetti ya habìa dado pequeños detalles en alguna publicaciones.En Julio de 1965 una revista religiosa de Francia ?L`Heure d`Etre? y en Enero de 1966, la publicación italiana ?Civiltá delle Macchine?, recogieron la noticia pero la poca importancia de esos dos medios hizo que la noticia no fuera tomada en cuenta hasta 1972.
El padre Ernetti nunca entró en detalles técnicos de la máquina, pero sí en los logros.
Afirmó haber fotografiado las tablas de la ley, la destrucción de Sodoma y Gomorra, un discurso de Mussolini o la crucifixión de Cristo.
Pío XII pudo haber controlado este proyecto desde el principio, aunque lo calificò de secreto de estado.
El proyecto fue cancelado y requisado por el Vaticano, pero nodestruido, el Cronovisor se encontraría a buen recaudo. Antes de morirErnetti, envió una carta a Japón, país con el que tenía buena relacióny contactos y otra carta a Suiza. En esas cartas pueden estar losplanos del Cronovisor, ya que él prometió al Papa Pío XII que nuncaharía públicos los detalles, a pesar de que varios años después seguíasiendo entrevistado.
A continuación vamos a mostrar un poco de esa entrevista del año 1972:
- ¿ Sigue usted manteniendo, a pesar de los años, que todavía posee el texto original de las Tablas de la Ley?
- ? Sì, lo tenemos. Pero no podemos desvelar nada. Lo siento?.
- ¿ Y cuando cree que podrá hablar, padre ?
- ?No lo sè. Ya sabe que hay muchas cosas que reciben el nombre de Secretos de Estado??
- ¿ Del Vaticano ?
- ? No. En todo el mundo?.
- ? No sabe cuando dejará de ser secreto, ¿verdad?
- ? Espero que pronto, pero es muy difícil. Se revelarán demasiados secretos?.
- ¿ Cambiaría mucho nuestra concepción de la historia del Hombre?
- ? Mucho. Incluso las lenguas serían irreconocibles??.
También hay una entrevista referente a este tema en la que elentrevistado es Ron Hubbard, él si cree en un visor temporal quepermita visualizar el pasado, pero según sus palabras ?se lograrà en el futuro, pero por ahora no existe?
No olvides visitar de nuevo Fotografiar el pasadoel cronovisor

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