El árbitro no vio nada

En la liga belga, en un partido entre Standard Liège y el Racing Genk, un jugador pegó una terrible patada en la cara a un rival y lo dejó con conmoción cerebral y fracturas de nariz y mandíbula.



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Corría el minuto 22 de la primera etapa, cuando el francés de descendencia congolesa Chris Malvinga no controló su pierna izquieda y la impactó sobre el rostro del mediocamista del Standard Liège, Medhi Carcela.

El defensor del Racing Genk se disculpó: "Fue mala suerte, quise jugar y simplemente no lo vi llegar". Lo llamativo del episodio es que el árbitro sólo le sacó amarilla al agresor.
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