domingo, 16 de octubre de 2011

Algo que escribi, esperando los meteoritos!














n sentimiento de repudio invade en mi interior, una sensación amarga recorre mi cuerpo, verborragia señor lector, si , sin límites ni fronteras le apunto a aquellos, grandes tributistas de libros del gran Platón, Aristóteles, Galileo, astronomía en la pureza misma, realidad, verdad, consecuencias, pero por sobre todo certeza. Ahora me pregunto, desde lo alto en el cielo ¿estarán pensando lo que yo?, se estarán agarrando los pelos al ver caer el potencial o el nivel a cierto punto de pensar en bizarro, hablan simplemente por el arte de tener un "artefacto" si se quiere, al que solemos llamar la lengua.
Podemos decir que la lengua se manifiesta en muchos aspectos, infinos a la hora de quien la zucumbe.
A ver para ser un poco más claro y pueda entenderse el concepto, o el motivo de mi sensación;
Ayer jueves cinco de mayo de dos mil once, escuchaba una interesante novedad, reconocidos astrónomos aseguraban con cierta certeza que el viernes seis de mayo de dos mil once de 3 am a 7 am presenciariamos un espectáculo nocturno, " un carnaval en el cielo" de estrellas fugaces llevado a cabo por un proceso en el cual, una lluvia de meteoritos darian ese tan esperado festival de luces. Dígame si alguna vez no le han dicho de niño de ese tan preciado deseo que puede adquirir a modo de regalo, algún afortunado al ver una estrella fugaz ( en milésimas de segundos claro), pero dígame ¿cuántos lo logran?, al igual que usted pensé, " hoy es la oportunidad".
Y vaya si lo era, un desfile fugaz, muchos deseos, tiempo para pedir y que alguna de ellas me los conceda (se me dibuja una sonrisa).
Transcurrió el día, contento por la novedad trasladé esta información a personas de mi entorno, noté interés en ellas pero sintiendo que tal vez más importancia le daba yo. Las horas corrian y casi a media noche un terrible sueño invadía mi cuerpo, mis ganas de dormir eran tentadoras pero lo era aún más el espectáculo, valía la pena el motivo de resignar hasta ese momento parte de mi sueño. Y la hora esperada llegó, una amiga me alertó en messenger, 2:59, recostada en su cama, notebook en mano, tapada hasta arriba me hizo suponer que no sería participe de mover un dedo y más cuando entre palabras dijo " filmá por mí ", supe en cierta forma que estaba solo pero que mas daba, todavía valia la pena. El reloj marcó las tres, los aullidos de los perros me dieron la esperanza que algo raro allá arriba, estaba sucediendo, fue así que salí, la temperatura rondaba los 3º C sino menos, me expuse al balcón y mis ojos viraron en un ángulo de 360º, pocas estrellas, nubes y un cielo fruncido entre hombros parecía pedirme perdón ...
Sin darme por vencido llamé a otra amiga, que ante una mejor perspectiva del cielo sería la última esperanza, profundamente dormida haciendo un gran esfuerzo, se levantó, me hizo saber de la nubosidad que invadía al cielo (cosa que yo mismo habia visto), y regresó a su cama.
No se aflija Platón, no llore Aristóteles, levántese del suelo Galileo, sus colegan ríen en la ciudad, ríen de la sociedad.
Siendo aún las 5 am y el cielo sin actividad, más burlado sentiré mi ser, cuando medio dormitado allá por el mediodía, recorra mis oídos esa voz periodística, en un sin fin de imágenes y videos; meteoritos, estrellas fugaces, y hasta quizás platos voladores, hicieron un festival en el cielo la madrugada del seis de mayo...





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